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¿TE ENSEÑARON TUS PADRES A COMPRAR VIVIENDA?
- agosto 19, 2020
- Publicado por: Editor TPS
- Categoría: Vamos a comprar tu primera vivienda!

¿Tus padres te enseñaron a comprar vivienda? Adquirir vivienda propia siempre fue un propósito fundamental en la vida de nuestros padres, sin embargo, las condiciones culturales, económicas y sociales de la actualidad han cambiado en buena medida y ese objetivo también. Esto nos lleva al siguiente planteamiento: ¿Los jóvenes tienen como prioridad de vida adquirir vivienda propia? ¿Sus padres los han motivado para hacerlo?
Si bien este propósito puede haber cambiado en la actualidad, para nadie es un secreto que al día de hoy las inversiones en bienes raíces siguen siendo una de las inversiones más seguras y estables que una persona pueda realizar. Y aunque en este ultimo aspecto el panorama no ha cambiado mucho, las facilidades y beneficios para adquirir casa propia actualmente son mucho mayores que las que había hace cuarenta años.
Ahora bien, si los beneficios son mayores hoy en día ¿por qué para la generación de nuestros padres adquirir vivienda propia era un ideal de vida y para las generaciones posteriores no ha sido así? Con lo anterior no quiero decir que no haya personas jóvenes y adultos con un propósito claro de adquirir vivienda, sin embargo son muchos los jóvenes que no lo ven como una prioridad o piensan que es mejor dejarlo para después.
Lo que sí es cierto es que los jóvenes tendrán más posibilidades de comprar casa si sus padres en el pasado también lo hicieron. Entonces, ¿Te enseñaron tus padres a comprar vivienda? En este artículo quiero contarles como la experiencia de los padres al adquirir vivienda es un factor fundamental para que sus hijos también lo logren.
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Comprar vivienda propia como propósito de vida

En los últimos 8 años y debido a que soy inversionista en bienes raíces, me he topado con un pensamiento que se ha empezado a hacer famoso entre los jóvenes. A más de uno le he escuchado decir que las generaciones anteriores se pasaron toda la vida pagando sus casas y ciertamente afirmar algo así, es desconocer que los plazos de los créditos hipotecarios no han cambiado desde esa época a la actualidad. Dichos plazos siempre han oscilado entre los 15 y 20 años principalmente, tanto para nuestros padres cómo para nosotros (los créditos a 30 años volvieron a tomar fuerza hace menos de 3 años a pesar de estar autorizados hace bastante tiempo).
En consecuencia y sin temor a equivocarme, estoy seguro de que esta opinión generalizada entre los jóvenes está fundamentada en el hecho de que nuestros padres adquirieron su casa para vivir en ella toda la vida. Esa fue siempre una de sus prioridades, así como garantizarle el estudio a los hijos y tener su carro, esos logros significaban que la vida había había valido la pena. Quizá por eso tengamos la sensación de que duraron muchísimos años pagando su vivienda, pero evidentemente no fue así.
Nuestros padres compraron casa con el propósito de quedarse habitándola por el resto de sus días, posiblemente su mayor y única inversión en bienes raíces. Para ellos la vivienda propia era y sigue siendo sinónimo de seguridad, estabilidad y protección para su familia. Por esa razón, este aspecto se convirtió en su propósito fundamental: al casarse y formar familia tan jóvenes debían buscar un lugar donde vivir y desde este punto de vista, tener casa propia para ellos fue un propósito, pero también fue una necesidad.
Construir patrimonio pensando en el futuro

De acuerdo con lo anterior, al formar familia y tener más de un hijo, nuestros padres tenían una preocupación constante: ¿Cómo iban a construir patrimonio? Claramente, el camino más viable que vieron ante esta situación fue adquirir vivienda y en ese sentido, construir patrimonio estaba muy ligado a una sensación de futuro estable. Al llegar la jubilación, nuestros padres tendrían un techo donde pasar el resto de sus días.
Por otra parte, invertir en un bien raíz iba muy de la mano con la intención de garantizarle vivienda digna a los hijos en caso de que ellos faltaran. Ese fue el modelo de vida por excelencia para muchos padres y así mismo trataron de enseñárselo a sus hijos. A pesar de ello, no todo es color de rosa. En la actualidad hay muchos padres que no cuentan con vivienda propia y que inclusive han sido ayudados por sus hijos para adquirirla.
En el caso contrario, podemos ver que hay una relación directa entre los padres que cuentan con casa propia y los jóvenes y adultos jóvenes que están empezando a adquirirla. Si la experiencia de los padres con un crédito hipotecario fue satisfactoria, sus hijos tienen altas posibilidades de seguir el mismo rumbo.
Las condiciones de vida han cambiado
Anteriormente nuestros padres trabajaban en una compañía durante treinta o cuarenta años, tenían una estabilidad laboral, económica, y familiar envidiable y su mayor objetivo de vida era conservar esa situación a través del tiempo. A diferencia de las generaciones posteriores a ellos, formar familia significaba una realización como individuos y casarse era considerado un deber tanto social como cultural.
En ese ambiente de estabilidad familiar, nuestros padres consideraban tener una vivienda como uno de los logros más altos a los que podían aspirar. La mayoría lo logró, otros tantos no. Sin embargo, absolutamente todos perciben que tener casa propia es fundamental en la vida de todo ser humano.
En contraposición al ideal de vida de nuestros padres, las generaciones más jóvenes quizá no nos hayamos visto en la necesidad apremiante de adquirir casa propia: el concepto de familia está cambiando, cada vez menos personas tiene hijos y el matrimonio ha perdido cada vez más importancia. A eso sumémosle que los trabajos ya no son tan estables y uno puede cambiar de empleo cada tanto. Por otro lado, muchos también han optado por ser independientes o emprendedores, en un contexto donde la estabilidad se percibe de otra manera.
De manera que, el propósito de adquirir casa propia ha cambiado sustancialmente. Muchos jóvenes no tienen una certeza sobre el futuro como la tenían sus padres y a algunos parece que la idea de quedarse por el resto de sus días en un solo lugar los aterroriza. Habiendo dicho esto, les quiero preguntar ¿esto es motivo para no adquirir vivienda propia?
Los beneficios actuales sobre vivienda y la era de la información

Si tus padres te enseñaron a comprar vivienda considérate afortunado. No importa que los tiempos hayan cambiado, invertir en bienes raíces sigue siendo la transacción más importante para cualquier persona tanto a nivel económico como personal, especialmente en Latinoamérica.
Y es que a pesar de los cambios en la sociedad que mencionaba anteriormente, la facilidad para adquirir vivienda es cada vez más palpable. Nuestros padres, por ejemplo, dependían únicamente de la información que les daban en el banco y más allá de eso no tenían otras fuentes de información. Así pues, tampoco contaban con la diversidad de opciones financieras con las que contamos hoy en día para apalancarnos ni el acceso a internet donde podemos encontrar todos los proyectos de vivienda que se están construyendo en todo el país.
Para no ir muy lejos, ahora nosotros podemos elegir entre varias opciones de bancos a través de una pagina de internet y tenemos la posibilidad de escoger un crédito hipotecario para una primera vivienda y un crédito de libre inversión para una segunda vivienda, así de flexible es el sector inmobiliario en este tiempo. Si ustedes aún no han adquirido su casa propia tengo para decirles que no ha habido un mejor momento para hacerlo que este.
Como el propósito de muchas personas ya no tiene que ver con adquirir vivienda, nos hemos puesto una barrera mental de que es muy complejo hacerlo. Si nuestros padres pudieron hacerlo hace cuarenta años, ¿por qué ahora no podríamos hacerlo nosotros?
Comprar vivienda propia nunca antes había sido tan sencillo
Si tus padres no te enseñaron a comprar vivienda o si ellos mismos no tuvieron la oportunidad de hacerlo no te preocupes. Con el nivel de acceso a la información que disponemos hoy en día podemos acceder mucho más fácil al sistema financiero, además de los subsidios de vivienda otorgados por el gobierno.
De hecho, adquirir vivienda propia ya no tiene porqué estar relacionado con vivir en ella toda la vida. Comprar vivienda hoy en día puede ser una de las formas más efectivas, estables y seguras de construir patrimonio y hay muchas personas que a la vez están viviendo de ingresos residuales gracias a sus inversiones. No hace falta una experiencia previa, tan solo necesitas disposición y muchas ganas de lograrlo.
En consecuencia y a diferencia de nuestros padres, el abanico de opciones que se ha abierto para nosotros es muy diverso. Y pese a que los propósitos para comprar casa propia hayan cambiado con el tiempo, los beneficios que esta inversión puede traer a tu vida nunca van a cambiar, sea cual sea tu intención de compra.
Adquirir casa propia es una responsabilidad personal, independientemente de si nuestros padres nos enseñaron o no a comprar vivienda. Como suelo decir, invertir en bienes raíces trae beneficios tanto tangibles como intangibles y siempre estás ganando. Puede ser una inversión económica que a mediano y largo plazo nos dé buena rentabilidad, además de permitirnos crear un habito de inversión que se traduce en aumentar nuestro patrimonio y nuestra calidad de vida. Incluso, mucho más allá de todo eso, la satisfacción que te generará ver tus sueños materializados no se compara con ninguna otra sensación de victoria.
Comprar vivienda propia nunca antes había sido tan sencillo, hoy te quiero hacer mi pregunta favorita: Si no es ahora, ¿cuándo?
Camilo Pérez García / #SiNoEsAhoraCuando
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